Por Jorge Peña Ninomiya
Twitter: @JorgeMantaro
El último tercio de 2017 nos muestra un
panorama poco alentador tanto para los ciudadanos como para el país.
Estamos en una tormenta que probablemente termine siendo un huracan
categoría cinco debido a el choque de trenes que se vislumbra entre
las tres alianzas o coaliciones del PRI-Verde-NA, PAN-PRD-MC y
Morena-PT-PES.
Vamos por partes. Hasta el momento solo
hay una alianza que se puede decir que ya está planchada y lista
para enfrentar las elecciones en 2018 que no solo serán las más
intensas en la historia del país sino que también serán las
elecciones donde más puestos de elección popular estén en juego.
El PRI-Verde-NA tiene a su favor que son ya viejos conocidos y si
bien en los membretes tanto el Verde como Nueva Alianza también
tienen como candidato a José Antonio Meade, en los hechos es el
candidato del PRI y de ganar será solo presidente del PRI como
ocurrió en 2012 y como ha ocurrido en elecciones de gobernadores y
alcaldes a lo largo de los años.
La alianza “Por México al Frente”
esta sujeta con alfileres que bien pueden desprenderse de no llegar a
un acuerdo que satisfaga las ambiciones de Ricardo Anaya, Alejandra
Barrales y Dante Delgado que aun cuando los primeros dos ya no son
dirigentes nacionales de sus partidos, en el fondo son los que
palomearán que grupos serán los bendecidos con candidaturas y otros
puestos de elección popular que son principalmente las
plurinominales que son las más peleadas y las que más antojan a las
y los políticos pues si obtienen una buena posición, asegurarán
tres o seis años de vivir de los recursos públicos y así extender
sus redes de poder. De tronar esta alianza los sacaría de la jugada
y desde un inicio la elección sería entre Morena y el PRI.
¿Qué tan fuerte está la alianza
Morena-PES-PT? Pues es una moneda al aire ya que los asesores de AMLO
y los cabilderos tienen que sopesar si la alianza con Encuentro
Social les dará más votos que los que están perdiendo desde que se
registró el tabasqueño como precandidato por ese partido. Desde ese
entonces una buena cantidad de seguidores de AMLO en redes sociales
ha mostrado su rechazo y también otra buena cantidad ha doblado las
manos como siempre lo han hecho y aceptan ciegamente lo que López
Obrador haga.
Por otro lado las pre campañas y las
campañas serán un dolor de cabeza para la ciudadanía pues estarán
siendo bombardeados por millones de spots en radio y televisión que
a mi parecer en lugar de beneficiar e incentivar el voto, produce el
efecto contrario. El 1ro de julio la gente solo querrá que esto
termine y esperarán que la elección no termine provocando
conflictos postelectorales que parece que ese rumbo es el que será
tomado ya que Andrés Manuel ya lo dijo “habrá fraude en 2018”
¿Qué podemos hacer? Absolutamente nada ya que a este señor se le
permite todo y aun después de 12 años sigue mandando al diablo las
instituciones mas no así las prerrogativas que recibe mensualmente
su partido a nivel estatal y nacional.
La única solución que se puede dar para
las siguiente elecciones es disminuir la cantidad de spots, el
dispendio en las campañas donde se gasta gran cantidad de dinero en
suvenires como playeras, gorras, plumas, comales, estufas, renta de
espectaculares, miles de personas contratadas para hacer la labor
territorial como es el barrido de colonias o el estar en los
cruceros. Se ha sugerido tanto por candidatos como por organizaciones
no gubernamentales y políticas que en lugar de los spots se deberían
disminuir drásticamente y en lugar de estos optar por hacer más
debates y ponencias donde el ciudadano logre contrastar un proyecto
de otro.
Creo que si la gente entendiera que cada
gorra, playera, despensa, souvenir proviene de sus impuestos,
probablemente la sociedad rechazaría dichas dádivas. Esos recursos
pueden ser mejor aprovechados aumentando el presupuesto destinado a
la investigación, ciencia, tecnología, apoyo a micro y mini
empresas, educación de calidad, mayor presupuesto a universidades
públicas, servicios de salud y una mayor cobertura de estas a grupos
vulnerables.
No hay parto sin dolor y los impuestos a
nadie le gustan y por eso se llaman así. No es algo que este
posibilidad de negociación pero lo que si podemos negociar es
precisamente el uso que se le da a estos y como van a repartir el
pastel cada año en el Presupuesto de Egresos de la Federación donde
cabe aclarar que casi la mitad de esos recursos son para pagar
sueldos a nuestro obeso aparato gubernamental con sus aviadores, gran
cantidad de burócratas que están allí incluso cumpliendo la misma
función varias veces de otros burócratas.
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